Las personas son tan imprevisibles que en ocasiones incluso a mí se me hace difícil manipularlas. A veces conviene dejarles algo de libertad para que actúen según su lamentable criterio. Con un poco de suerte, acaban empeorando bastante las cosas.

Se me olvidaba algo. Sólo de vez en cuando, me gusta también intervenir en los desenlaces. Por supuesto, me he reservado algunos secretos, sólo para no decepcionarte la próxima vez que nos encontremos. Ya debes de saber que descubrirlos corresponde únicamente a aquellos que se atreven a ir un poco más allá. Ojalá seas uno de ellos.Hasta la vista, pues. Sólo si lo deseas.

Sería largo enumerar ahora todos los rincones del universo que conozco y los acontecimientos fabulosos que he vivido en ellos y, lo sé por experiencia, habría más de uno que lo encontraría una pedantería o una falsedad, de modo que preferiría no dar crédito a mis palabras antes que dejarse cautivar por ellas. Pobres almas insípidas que no merecen que nada extraordinario les ocurra.

Para los más jóvenes aquel apellido sonoro y agudo que oían pronunciar de vez en cuando estaba vagamente ligado a la leyenda de aquellos parajes, a sus historias más antiguas, ciertas o no, y a algunas personas muertas mucho tiempo atrás que antes de abandonar este mundo se encargaron de dejar bien grabado su nombre en la memoria colectiva.

Esto de planear en la oscuridad es más fácil de lo que la mayoría de la gente supone. Basta con cerrar los ojos, extender los brazos y dejarse llevar. Hay quien lo llama imaginación. Allá ellos.

Esperar. Otra vez. ¿Os habéis parado a contar cuánto tiempo perdemos en nuestra vida solo esperando algo?

Siempre. Del latín semper, significa "en todo momento". Y se preguntó si su madre pensaría de cuánto tiempo estaban hablando y qué ocurriría después. Porque es evidente que en algún momento las madres deben dejar de cuidar de sus hijos.

Tener secretos. Otra forma de crecer.

Silencio, silencio y más silencio. Me gusta el silencio. El silencio no hace daño. Las palabras, sí.

Esa grave enfermedad que se llama "amor" dura tres meses, aseguran los científicos. También dicen que se va sin dejar rastro. Yo no estoy de acuerdo. Cuando un huracán de fuerza cinco pasa por tu vida, no deja nada donde estaba.